sábado, 9 de febrero de 2013

Desde mi ventana

La foto de abajo la tomé el martes pasado desde la ventana del salón de nuestra nueva casa en las afueras de Londres. La de más abajo está tomada esta mañana desde la ventana del dormitorio de la casa de Madrid, que dejará de ser nuestra en unos pocos días. No pueden ser más diferentes ¿verdad?

Es curioso como estas dos fotos resumen los cambios que está suponiendo esta aventura a la que nos hemos lanzado. De golpe y porrazo perdemos un dormitorio y un baño, cuatro pisos de altura, días soleados y secos la mayor parte del año y la colonia de gorriones que aún viene a nuestra ventana, pese a que dejé de ponerles arroz en el alféizar el verano pasado (nótese el bichín en la esquina superior derecha). A cambio ganamos un apartamento en un edificio de 130 años, antiguo orfanato y escuela, con un pequeño jardín lleno de encanto y de estorninos y petirrojos (y ya veremos lo que viene en primavera). Y zonas verdes allá donde miro, lluvia y días grises cada dos por tres (me encantan :), tener primavera y otoño todos los años y bajar a Londres en 20 minutos.

Hay quien dice que salimos perdiendo y que no lo entiende. Pero claro, quien dice eso no me conoce, o me conoce muy poco. Lo único que realmente echaré de menos es mi gente. Mucho. Pero de eso ya hablaré otro día.





2 comentarios:

  1. Quien te diga que sales perdiendo con el cambio o es alguien que no tiene dos dedos de frente, o lo dice por envidia cochina pura y dura o es que no tiene "Collons" (ni problablemente medios)para hacer lo mismo que tú.

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    1. LOL! No había visto tu comentario, amiga. Bueno, hay quien no entiende que queramos cambiar aquello por esto. Está claro que este no es buen sitio para quien le tenga apego al clima de allá y a las costumbres españolas. Pero vaya, en nuestro caso estamos muy a gusto :)

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